“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”.

Romanos cap. 5, verso 8

Jesús murió por nuestros pecados cuando todavía éramos pecadores. Ya lo hizo. No esperó a que nos arrepintiéramos. Por lo tanto, también murió por tus pecados futuros. No muere cada vez que te arrepientes. “Murió” es un verbo en tiempo pasado.

“En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre”.

Romanos cap. 6, verso 10

Jesús ya murió. Tu pecado ya ha sido pagado. “Una vez y para siempre”. Sí, háblale a Dios de tu pecado, pero hazlo sabiendo que Él no muere una y otra vez por tu pecado. ¡Ya lo ha hecho!

“Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús”.

Romanos cap. 8, verso 1

“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él”.

Juan cap. 3, verso 17

Ya no hay condenación para quienes creen en Jesús porque Él nos ha salvado.

“También Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos. Aparecerá por segunda vez ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan”.

Hebreos cap. 9, verso 28

Y esta es nuestra esperanza para el futuro. Gracias a que Cristo pagó por el pecado la primera vez que caminó sobre la tierra, la próxima vez que venga será para salvar a los creyentes que le están esperando.

Deeper Dive