El Dios que creó el mundo te conoce y te ama. Desde el principio de los tiempos, Dios creó a la humanidad para que pudiéramos tener una relación con Él. Y tú no eres una excepción. Dios quiere tener una relación contigo.

¿Por qué? Porque te ama con un amor inagotable. Él te conoció antes de que te conocieras a ti mismo. Él es un padre amoroso que ve más allá de nuestras miserias y nuestros errores porque nos ha dado una gracia inmerecida, la cual recibimos al poner nuestra fe en Jesús. Gracias a que Jesús murió, a pesar de nuestra condición podemos vivir ahora y por la eternidad una vida en relación con Dios nuestro Padre y Creador, que depende de lo que Jesús ha hecho, no de lo que nosotros hagamos.

Poner tu fe en Jesús es la decisión más importante que puedes tomar. Para el no creyente, la verdad de que Jesús, quien nunca pecó, murió en una cruz por nuestros pecados, no significa nada. Para el creyente lo es todo.

“El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios”.
1ª Corintios cap. 1, verso 18

Así que, considera a Dios. Considera a Jesús, su vida, muerte y resurrección. Y elige para ti una vida de relación con Dios, no basada en lo que hagas o hayas hecho, sino en lo que Jesús hizo por ti. Sé aquello para lo que fuiste creado. Un hijo de Dios.

“Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios”.
Juan cap. 1, verso 12

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